ENTREVISTA A OSVALDO KACCEF

19 Nov 2019
SALDO A FAVOR

Por Juan Manuel Repetto

Cómo logró Bolivia mejorar la distribución de la riqueza

Ver entrevista completa

Economistas de la UBA analizan las principales políticas que implementó Evo Morales en los últimos 14 años, con la nacionalización de los recursos naturales y la redistribución del ingreso, entre otros factores.

Tras permanecer 14 años en el poder, Evo Morales se vio forzado a renunciar a la presidencia de su país y a exiliarse en México, en medio de un golpe de Estado que aún sigue generando violencia en las calles y un futuro incierto por la institucionalidad de esa nación. Con este escenario de fondo, el economista Osvaldo Kacef, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, analizó la evolución de la economía boliviana durante las últimas décadas: “Hablamos de un país que hace casi 20 años que viene creciendo ininterrumpidamente. Esos 20 años incluyen el período 2006 – 2019 en el cual estuvo como presidente Evo Morales, que fueron años con un crecimiento anual de 5%, en promedio. Tal vez con la excepción de Perú, Bolivia es uno de los dos países de América latina que más creció en los últimos años y el único que logró hacerlo de manera ininterrumpida”.


Kacef es profesor titular de Macroeconomia 1 en la UBA e investigador del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de Buenos Aires (IIEP UBA-Conicet). En una entrevista al sitio Saldo a Favor, afirmó: “Este crecimiento se dio con un cambio importante en la redistribución del ingreso, no sólo entre estratos de la población sino también entre regiones, en un contexto de estabilidad nominal (o sea, con una tasa de inflación muy baja), con cuentas fiscales que en los primeros años estuvieron en orden, y en marco de un aumento en el precio de los commodities, que representan la totalidad de las exportaciones bolivianas”.


– ¿Cuáles fueron las estrategias políticas y económicas que generaron este crecimiento?


– En los años ´90, con el ingreso de China e India a los mercados mundiales, e incluso con el crecimiento de los países de África, cambió la demanda de productos básicos en el mundo. Desde inicios de la primera década del siglo XXI hasta 2012, con una breve interrupción con la crisis internacional, crecieron los precios de los productos básicos (hidrocarburos, metales y alimentos). Como Bolivia es un exportador de hidrocarburos y de minerales, se benefició mucho de ese crecimiento.


En este contexto, Bolivia nacionalizó la explotación y la extracción de recursos naturales y creó impuestos específicos para algunos sectores que quedaron en manos de capitales privados. De alguna manera, Estado se asoció al crecimiento de los precios de estas explotaciones. Este fuerte crecimiento de los precios que dio lugar a un fuerte aumento de las exportaciones generó, al mismo tiempo, un incremento en los ingresos del Estado, que a la vez fueron redistribuidos de un modo más equitativo.


Tradicionalmente el Estado no participaba de los beneficios de las explotaciones naturales, mayormente en manos de empresas privadas, extranjeras o locales. Estas actividades no generaban una gran cantidad de empleo, sino que en todo caso derramaban algo de sus ingresos en las zonas de influencia: en Santa Cruz de la Sierra, donde se explotan los hidrocarburos, y en Potosí, donde se desarrolla la minería. Esta situación daba lugar a un importante desequilibrio regional en cuanto a la distribución del ingreso.


El gobierno de Morales se apropió de parte de esa renta y la redistribuyó geográficamente de una manera más equitativa, también beneficiando a los sectores del Alto, cercanos a La Paz, donde está la mayor parte de la base electoral de Morales. Esta decisión también explica, en parte, por qué fue criticada de la gestión de Morales, sobre todo la región de Santa Cruz de la Sierra.


– ¿Además generó una mejor distribución del ingreso entre sectores de la población?


– Sí, también se logró un mayor equidad en la distribución del ingreso en general, entre los estratos de población. Cuando Evo Morales se hizo cargo del su país, el coeficiente Gini, que mide el grado de concentración en la distribución del ingreso (con una escala de 0 a 1) era de 0,6, uno de los más altos de América latina. Hoy en día ese coeficiente bajó a 0,45. O sea, hubo una fuerte reducción de la desigualdad.


También podemos medirlo de este modo: Cuando Evo se hizo cargo, existía un ratio de 26 puntos entre el decil 10 (el 10% más rico de la población) y el 40% más pobre. Ese ratio bajó a 11. Una gran parte de la estrategia redistributiva se hizo alrededor de sostener un salario mínimo alto en términos reales, teniendo en cuenta que, en Bolivia, un porcentaje grande la población que cobra el salario mínimo. De hecho, el salario mínimo se incrementó un 40%, en términos reales.


Otras política del Estado orientada a los sectores de menores ingresos fue el aumento del gasto social, educación y salud. Además otra parte importante del gasto se destinó a la inversión pública en zonas que antes estaban menos favorecidas, para generar más empleo e ingresos.


– ¿Cómo evolucionaron las reservas de Bolivia en estas décadas?

– Los beneficios que obtuvo Bolivia por el aumento de los precios los commodities redundaron en un balance de pagos superavitario y en una acumulación mayor de reservas internacionales. Bolivia llega a tener el mayor porcentaje de acumulación de reservas de América latina, en relación a su PBI.


Por otro lado, como el Estado estaba asociado, ya sea como productor o cobrando impuestos, a las explotaciones privadas, cuyos precios aumentaban, también aumentaron los ingresos públicos y las cuentas lograron ser superavitarias. Este proceso se interrumpió en 2012, cuando los precios empezaron a caer, lo cual generó un deterioro de las cuentas externas, por un lado, y de las cuentas públicas, por otro, porque el nivel de gastos más o menos se mantuvo, pero los ingresos cayeron. Actualmente Bolivia tiene un déficit del orden de 8 puntos de producto, y un déficit en cuenta corriente de 2,5 puntos del producto.


Bolivia acumuló reservas hasta 2014. Llegó a tener 15.000 millones de dólares. Hoy tendrá unos 8000 millones. Todavía tiene un margen pero, tanto lo que está pasando con las cuentas públicas como con las externas, es una señal de que el modelo de desarrollo de los últimos años necesita algún service. No tiene una crisis a la vuelta de la esquina pero hay cosas que tiene que modificar.


– ¿Y la política monetaria?


Para analizar la evolución de Bolivia también es importante el hecho de que cuando Morales se hizo cargo del Gobierno, la economía estaba casi totalmente dolarizada. Además del proceso de creciente captación por parte del Estado de la renta de los recursos naturales, indirecta o directamente, también hubo un proceso de generar demanda de la moneda boliviana, porque cuando la economía está dolarizada el Gobierno pierde el instrumento de la política monetaria. Entonces se puso énfasis en tratar de recrear las condiciones para el aumento de la demanda de activos en moneda boliviana, para lo cual fijó el tipo de cambio y puso impuestos diferenciales para actividades financieras en pesos bolivianos y dólares. La caída del tipo de cambio también es una forma de redistribución del ingreso desde el Llano que es la región que más exporta hacia el Alto.


Esta política fue exitosa. A mediados de la década pasada casi la totalidad de los activos del sistema financiero boliviano estaban en dólares. Ahora queda sólo un pequeño porcentaje de activos en dólares. La mayor parte están en pesos bolivianos. Esto le dio al Estado la posibilidad de hacer política monetaria, porque al aumentar la demanda de dinero tiene la posibilidad de emitir.


No obstante, hoy Bolivia tiene un problema de competitividad porque el tipo de cambio real cayó mucho, lo cual también está afectando a las exportaciones. Esta situación también está explicando el malestar los sectores exportadores, que en general son los más poderosos en términos de poder económico. Están viendo con la caída del tipo de cambio real genera una merma en sus ingresos.

Compartir