El PIB del segundo trimestre creció respecto del mismo período de 2020 pero cayó respecto del primer trimestre de este año en términos desestacionalizados

La publicación de los datos de las cuentas nacionales del segundo trimestre de 2021 confirmó la estimación del indicador adelantado. 

El PIB creció 17,9% respecto al mismo período de 2020 pero, por el impacto de las restricciones impuestas ante el deterioro de la situación sanitaria, se redujo 1,4%, en valores desestacionalizados, con relación al primer trimestre de 2021.

Todos los componentes de la demanda registraron un fuerte crecimiento respecto del segundo trimestre de 2020, en el peor momento de la pandemia. Este crecimiento fue impulsado principalmente por la formación bruta de capital que aumentó 76,6% y por el consumo privado que aumentó 21,9%. En tanto, el consumo público se incremento 8,2% y las exportaciones 6,3%. Al mismo tiempo, incentivadas por la recuperación económica, las importaciones aumentaron 36,6%. 

En comparación con el primer trimestre del año, los mayores incrementos se observaron en las exportaciones (5,7%) y en el consumo privado (1,1%), mientras que el consumo público creció 0,5%, la formación bruta de capital no varió y las importaciones aumentaron 5,4%. 

Con la excepción del sector agropecuario, que se contrajo 3,9% en términos interanuales, todos los sectores crecieron respecto del segundo trimestre del año pasado. 

Los mayores incrementos se observaron en los sectores más afectados por las medidas tomadas para controlar la emergencia sanitaria, Servicios personales y sociales (113,8%), Hoteles y restaurantes (90,3%) y Construcción (84,2%). Por su ponderación en el agregado se destacó además el crecimiento de la Industria (32,4%) y del Comercio (26%).

Si el nivel desestacionalizado del segundo trimestre se mantuviera invariable en la segunda mitad del año, el crecimiento del PIB respecto al promedio de 2020 alcanzaría a 6,9%. 

Sin embargo, cabe esperar que la economía vuelva a crecer a partir del tercer trimestre, impulsada por la normalización de la actividad y por el impacto de las medidas de política económica orientadas a fortalecer la demanda interna, por lo que cabe esperar un crecimiento anual del orden del 8%.