"Análisis de la evolución reciente del mercado de trabajo"

23 Sep 2019
POR OSVALDO KACEF

Autor/res: Kacef, Osvaldo
El relevamiento de la Encuesta Permanente de Hogares del segundo trimestre mostró un deterioro del mercado de trabajo, hecho esperable teniendo en cuenta la dinámica del nivel de actividad económica y su repercusión sobre el empleo. La tasa de desempleo pasó de 9,6% a 10,6%, en un contexto en el cual la tasa de actividad (el cociente entre la población económicamente activa y la población total) creció de 46,4% a 47,7% y la tasa de empleo (el cociente entre la población ocupada y la población total) aumentó de 41,9% a 42,6%.
Los datos del cuadro ayudan a explicar porqué definimos la situación descripta por los datos conocidos de la EPH como un deterioro del mercado de trabajo si aumentó la tasa de empleo entre el segundo trimestre de 2018 y el segundo trimestre de 2019. Como se puede ver en las primeras tres líneas del cuadro, la comparación entre los segundos trimestres muestra que se incorporaron al mercado de trabajo 630.000 personas, de las cuales 431.000 consiguieron un empleo y 199.000 pasaron a engrosar ese 10,6% de la PEA que representan la cantidad de personas desocupadas. Las siguientes tres líneas del cuadro completan el panorama del mercado de trabajo. El número de personas ocupadas pero insatisfechas con su empleo aumentó en 418.000 mientras que los subocupados demandantes (personas que trabajan menos de una jornada completa pero querrían trabajar más horas) creció en 253.000. En contraposición, el número de ocupados y subocupados que están satisfechos con su condición laboral se contrajo en 240.000. Así, la suma de desocupados y ocupados y subocupados demandantes aumentó de 4.290.000 a 5.160.000 que representan un 38% de la PEA cuya inserción laboral es insatisfactoria (frente al 33% del segundo trimestre de 2018).



La posibilidad de cruzar los datos de la EPH con la información que surge de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), que elabora el Ministerio de Producción y Trabajo permite añadir una nueva perspectiva de análisis.  Según la EIL, entre el segundo trimestre de 2018 y el mismo período de 2019 la cantidad de empleos registrados se redujo en un 1,5%, que representa 185.000 puestos de trabajo registrados menos entre ambos trimestres. Es decir, que el aumento de la población ocupada que muestra la EPH ocurrió en paralelo con la destrucción de empleo registrado, lo que lleva a concluir que los puestos de trabajo generados en el período analizado han sido mayoritariamente empleos precarios. Completando este panorama, entre el segundo trimestre de 2018 y el segundo trimestre del 2019 el salario real cayó un 11,5%.
 
En base a este conjunto de indicadores parece razonable suponer que es precisamente el deterioro del mercado de trabajo lo que estaría explicando el aumento observado de la tasa de actividad, es decir de la cantidad de gente que se incorporó al mercado de trabajo en el período analizado. En efecto, el aumento de la cantidad de desocupados, el deterioro de la calidad de los empleos generados y la caída del salario real estarían impulsando a más miembros de los hogares a incorporarse al mercado de trabajo para incrementar los ingresos familiares. 
Para lo que resta del año no cabe prever una mejora de la situación descripta sino, por el contrario, una profundización de las dificultades, habida cuenta del impacto negativo de la inestabilidad cambiaria y financiera sobre el sector real de la economía y las repercusiones esperadas de la probable contracción del nivel de actividad sobre el mercado de trabajo.

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