"LA RELATIVA ESTABILIDAD DEL TIPO DE CAMBIO Y EL DIFERIMIENTO DE LOS AUMENTOS DE PRECIOS Y TARIFAS DE SERVICIOS PÚBLICOS CONTRIBUYERON A EXPLICAR LA DESACELERACIÓN DEL RITMO INFLACIONARIO"

Después del incremento de la inflación observado en agosto y septiembre, la tasa de inflación cayó a 3,3% en octubre. La relativa estabilidad del tipo de cambio (aumentó 3,6% en el mes y se ubicó en un nivel similar al de fines de agosto) y el diferimiento de los aumentos de precios y tarifas de servicios públicos contribuyeron a explicar la desaceleración del ritmo inflacionario. De esta forma, la inflación acumulada en los primeros 10 meses el año alcanzó a 42,2%, en tanto que en los últimos 12 meses la variación acumulada del IPC fue 50,5%. Tanto los precios de los productos estacionales como los precios regulados aumentaron menos que el nivel general, 2,8% y 2%, respectivamente, mientras que la inflación núcleo resultó 3,8%.

En los últimos doce meses, los mayores incrementos observados correspondieron a Salud (70,5%), Equipamiento y mantenimiento del hogar (63%), tal como venía sucediendo en los últimos meses. En cambio, el rubro Alimentos, de gran incidencia en el cálculo de la pobreza, mostró una ligera desaceleración, aunque todavía registra incrementos interanuales superiores al promedio (51,8%). 

Cabe esperar que esta desaceleración no se sostenga en los últimos dos meses del año, teniendo en cuenta los incrementos programados en combustibles y aumentos previstos en otros servicios. No obstante, de continuar la calma observada en el mercado de cambios, esto puede tener un impacto positivo, sobre todo teniendo en cuenta el contexto recesivo.  De esta forma, es probable que las tasas de inflación de los últimos meses sean algo más elevadas que la observada en octubre y que el año cierre con un incremento del orden de 53%.

Informe realizado el 14-11-2019.