En el mes de mayo persistió la tendencia decreciente en la evolución del IPC

El índice de precios al consumidor aumentó 1,5% en el mes de mayo, igual tasa a la registrada en el mes de abril. En los primeros cinco meses del 2019 el IPC acumuló un crecimiento de 11,1% y en los últimos doce meses el aumento del índice alcanzó a 43,4%, confirmando la tendencia decreciente que viene observándose en los últimos meses.

El principal impulso al incremento de los precios provino en el mes de mayo del impacto estacional característico de algunos bienes (en particular de prendas de vestir y calzado), mientras que la inflación núcleo resultó 1,6% y los precios regulados cayeron 0,1%.

A nivel de los bienes y servicios que componen el IPC, los mayores incrementos observados en los primeros cinco meses del año corresponden a Prendas de vestir y calzado, Educación y Alimentos. Por el contrario, los rubros en los que tienen mayor incidencia la regulación de precios, como Transporte, Comunicación, Salud y Vivienda, agua electricidad y otros, son los que registran un menor incremento.

Teniendo en cuenta que las medidas de aislamiento continuarán en el mes de junio, aunque con una mayor flexibilidad en el interior del país, y que, consecuentemente, cabe esperar que la demanda se mantenga en niveles relativamente bajos, es probable que persista en el corto plazo la desaceleración inflacionaria. A mediano plazo la trayectoria inflacionaria dependerá de la forma en que se resuelva la renegociación de la deuda, por el impacto que puede tener sobre el mercado de cambios y la administración de la política monetaria a medida que vayan disminuyendo las necesidades financieras del Tesoro, una vez que los efectos de la emergencia sanitaria se vayan disipando. Por otro lado, habrá que ver cómo se van resolviendo los desalineamientos que se están produciendo entre los precios regulados y el resto de los precios.